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La salud y Master Life

En esta línea Master Life® están plasmados más de 30 años de experiencia e investigación en el apoyo de los procesos de funcionamiento del cuerpo, de la integración de distintos sistemas de modo coordinado, así como la integración cuerpo-emociones-mente: la fisioenergética según la comprendo y concibo.

El organismo tiene una determinada capacidad de recibir información, nutrición y apoyo como pautas de reequilibrio. Por ello, me permito sugerir que «no siempre, cuanto más, mejor». A veces es preferible trabajar de modo secuencial para conseguir obtener un ajuste del organismo, reequilibrio del cuerpo-mente, y seguramente nos sorprendamos por las respuestas.

Sustancias sencillas y procesos simples son reconocidos por el organismo, pues la vida celular si bien es compleja, se basa en procesos simples. La complejidad se basa en la sencillez, en procesos de intercambio y comunicación. Para ello, necesitamos un entorno limpio, libre de sustancias tóxicas e impurezas, lo más puro posible, que ayude a que la transmisión de información y de sustancias sea ágil y armónica. Esto es especialmente importante en el caso del apoyo en afecciones inflamatorias, crónicas y degenerativas.

El espacio-tiempo multidimensional se manifiesta en los distintos planos de trabajo orgánico y en las estructuras que componen del Ser, por ello, cuando se trata de la salud y el equilibrio holísticos, se han de consideran desde los niveles moleculares-atómicos, así como las estructuras supra-celulares, y la relación materia-energía.

El camino del maestro, Master Life

El final del siglo XX y el siglo XXI han traído un progreso que crece a una velocidad a la que no podemos adaptarnos, no tan fácilmente. Por ello aparecen ciertas enfermedades con más frecuencia hoy día. Los procesos mentales, nuestros pensamientos, sentimientos, habilidades, hábitos, sensaciones, emociones, patrones de creencias, comportamientos… no son ajenos al bullicioso, tóxico y casi caótico entorno en el que vivimos.

Las amenazas a la salud están por todas partes, siempre han estado. Disponemos de avances que no existían hace unas décadas y eso ha mejorado la vida en general, pero las amenazas, siguen existiendo.  

SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus relacionado con COVID-19 ,nos ha expuesto a todos a la primera pandemia del nuevo siglo. Los integrantes de la comunidad científica lidiamos con ella compartiendo información y conocimiento de forma tal que no se había visto antes. Compartimos nuestra investigación, resultados y trabajo en las diferentes redes a tal fin(*). COVID-19 ha confirmado que hemos de prestar atención a nuestro estilo de vida, alimentación, hábitos, estructuras sociales, etc. 

En el caos surge la creatividad y un cierto orden que termina siendo necesario para mantener la conciencia de que somos seres vivos en continuo cambio, y del cambio continuo que es la vida en sí misma. 

El camino del maestro, ni mucho menos el camino de un gurú, nada más lejos de esa idea. Es un camino abierto y disponible para cualquier persona. Tan solo hay que estar atentos con los sentidos y la mente abierta. El camino del maestro lo hacemos cada día cuando vivimos conscientes de lo que somos, de lo que dejamos de ser, porque ayer se fue, y de lo que podemos ser, porque mañana vendrá.

El camino del maestro es un camino de Salud y de Bienestar Conscientes, de recuperación y reordenamiento de los datos y de los procesos que nos integran, y un reordenamiento de nuestra relación con el entorno, con los entornos.

Inscríbete en la Master Life Academy y participa de nuestras actividades de educación para todos y de formación para profesionales.

Las Enfermedades de la Civilización

Esta denominación de “enfermedades de la civilización” parece un poco arcaica hoy día. Surgió en el siglo pasado con los cambios sociales y económicos llegaron cambios en los hábitos de vida y especialmente en los hábitos alimentarios. Obviamente arrastramos esa pesada herencia desde el siglo XX al XXI. Hemos de ser conscientes de ello. Si estás aquí leyendo, es porque has despertado y sabes que hemos de cuidarnos. ¿Cuáles son estas enfermedades de la civilización? Cuando escribo esto pienso en mis colegas en psicología y filosofía y una de sus respuestas ronda mi cabeza a la par que me dibuja una sonrisa: la enfermedad de la civilización más llamativa es la estupidez humana. Esta respuesta me hizo pensar. A continuación te indico cuáles son estas enfermedades del mundo civilizado, y ya me dices qué piensas tú.

La pandemia que vivimos en este siglo XXI nos ha hecho pensar. No obstante lo que es claro, es que COVID-19 no es la amenaza única. De ninguna manera. Las enfermedades llamadas «de la civilización» irrumpieron con fuerza en nuestras vidas y aún están ahí en los puestos más altos de las estadísticas: 

  • Enfermedades cardiovasculares: infartos, hipertensión, afecciones del corazón.
  • Enfermedades respiratorias: insuficiencia, enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
  • Cáncer de pulmón, colon, próstata, mama, etc.
  • Obesidad.

Además no olvidamos aquellas que, generadas en el siglo XX se están desarrollando en el siglo XXI, y requieren un abordaje diferente al que se ha ofrece en la línea convencional, un abordaje multidisciplinar, integral, holístico e integrador o integrativo:

  • Afecciones relacionadas con el sistema endocrino y hormonal: obesidad, diabetes, problemas de tiroides…
  • Síndromes metabólicos: hipercolesterolemia, obesidad, hipertensión.
  • Afecciones autoinmunes como tiroiditis, artritis reumatoide…
  • Síndrome de fatiga crónica (SFC), fibromialgia y toda la corte de manifestaciones.
  • Infertilidad masculina y femenina.
  • Ansiedad, miedo, depresión.
  • Cansancio físico y mental
  • Dolor en general, que lleva con frecuencia al abuso y mal uso de fármacos que entrañan gravedad.
  • Infecciones crónicas de tipo vírico, bacteriano, fúngico y parasitario.
  • Estoy convencida de que aumentarán los casos de síndromes postvirales, no sólo postcovid o no solo el SFC heredado del siglo pasado.

(*) Al respecto de la investigación de COVID-19 me siento feliz de compartir que los productos han sido y están siendo de gran ayuda, especialmente Transferine. Gracias por ello. No hemos tenido más que buenas noticias de los usuarios habituales, lo que refuerza el fin para el que fue creado. Por otra parte, me complace enormemente indicar que mi investigación al respecto de la pandemia ha dado como fruto, no sólo artículos y el libro que está publicado de modo gratuito aquí, sino que además, la búsqueda de medios de protección globales aptos para cualquier persona y país, sean o no, usuarios de complementos nutricionales dio como consecuencia un descubrimiento, el cual si todo va bien, podría ser objeto de estudios clínicos. Tan pronto sea posible comunicar públicamente el hecho, estará en esta web y en mis redes sociales. @nurialoriteayan.